Las lonas publicitarias de PVC son utilizadas en publicidad exterior como excelente reclamo para la audiencia que pasea por los alrededores de nuestro comercio. Si se dispone de un espacio habilitado para tal fin es perfecta para gestionar sencillas y llamativas campañas de ofertas, descuentos y promociones. Al ser económicas, rápidas de producir, económicas y resistentes a las inclemencias del tiempo (nótese que en la fotografía que incluimos está lloviendo) son una solución muy efectiva para llamar la atención cuando nos interesa hacerlo.
Otras veces hemos realizado rotulaciones en la fachada del establecimiento con el mismo motivo, utilizando letras de vinilo para tal efecto. Este tipo de campañas son efímeras y sirven para motivar inconscientemente a aquellas personas que tengan una intención de compra bastante clara. En este caso, a la espera de volver a acometer una campaña del mismo estilo, el cliente optó por esta solución simple, sencilla y económica: Desmontar la lona anterior, imprimir una nueva y volverla a instalar.
Para este tipo de trabajos metódicos se suelen dejar unos soportes preparados para próximos trabajos, en este caso concreto los agujeros vienen con unos tacos de plástico y hacemos coincidir siempre las mismas medidas de los ojales para no tener que estar perforando el hormigón cada vez. De esta forma el montaje es más rápido y sencillo que si tuviéramos que estar agujereando dicho monolito una y otra vez. Es de sentido común, pero como sabéis, en la vida uno acaba encontrándose de todo.
La instalación de esta lona publicitaria de medidas 2,80 metros x 4 de alto se realiza entre dos personas y con una escalera metálica. La pericia y fuerza del instalador en este caso son esenciales para realizar dicho trabajo, aunque no pueda parecerlo, el material tiene un peso aproximado de unos 10 kilos, con lo cual su manejo a 5 metros de altura tiene que hacerse de forma muy precisa. En este caso nuestros instaladores llevan sobre sus espaldas muchos años de experiencia y conocen perfectamente el método que asegura tanto un trabajo perfectamente realizado como su propia seguridad, algo que nosotros valoramos por encima de todo.
El resultado final es un llamativo reclamo en color amarillo chillón que invita a cualquiera a, como mínimo, intentar ver lo que está escrito. Y más como es el caso, en un lugar muy concurrido en el término municipal de L'Hospitalet de Llobregat (Barcelona) y frente a un establecimiento muy visitado por gente de toda Barcelona y alrededores.
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