Son varias las ciudades españolas que están tomando la determinación de acabar con los antiguos rótulos de caja luminosa que se sitúan sobre las fachadas de los edificios. Los distintos responsables de urbanismo de cada uno de los distritos de nuestras ciudades están determinados a acabar con lo que, según ellos, afea la ciudad. Por ello se han sacado de la manga normativas que obligan a dos cosas:
- Desmontar dicho rótulo en una pieza (sea en metacrilato, en caja luminosa o neón) y colocarlo en lo que corresponde al escaparate (interior o exterior); ó
- Sustituir los antiguos rótulos por letras corpóreas, sean iluminadas o sin iluminar.
La solución más económica a este "problema" es la producción y posterior instalación de letras corpóreas en PVC. Este tipo de material es resistente a las inclemencias del tiempo, puede encontrarse en varios espesores y permite su repintado para darle el "toque" final adecuado a las exigencias de cada cliente. Gracias al plotter podremos recortar el PVC con las formas específicas del logotipo para adecuar corporativamente el rótulo a nuestra imagen.
En esta oficina de ventas (a la que anteriormente rotulamos el escaparate con vinilo microperforado) se utilizó un PVC de grosor de 2 cms para dar volumen a unas letras que conforman la imagen corporativa de la empresa, se pintaron en color gris simulando un leve toque metálico que se aprecia de lejos y se instalaron sobre la fachada de obra vista con una silicona adhesiva especial. La rugosidad que presenta la piedra de esta fachada dificultaba enormemente la fijación de las letras sobre ésta, con lo cual tuvimos que optar por dicha silicona que amortigua la porosidad y rugosidad de la superficie frente a otros adhesivos más corrientes.
La producción de este tipo de letras corpóreas es sencilla, rápida y mucho más económica que las metálicas, donde parte de su producción es totalmente manual y a medida, y requieren del cuidado de muchos más detalles como soldadura, pintura, manipulación artesanal de los materiales, etc. En este caso el PVC es mucho más simple de manipular, se corta mediante la máquina de corte, se pulen las aristas y, si se desea, se pinta con pistola (el color base de las planchas de PVC es el blanco). El proceso de confección es también muy rápido, con lo que si nos es urgente realizar este tipo de trabajo puede ser entregado en un plazo muy corto de tiempo.
El resultado final es totalmente satisfactorio ya que la versatibilidad de este material nos permite crear mucho más que un simple rótulo con letras, podemos incluso crear formas y realizar montajes más complejos con diferentes colores corporativos y gruesos de PVC que nos permitan darle profundidad y relieve. Las posibilidades son infinitas y sólo se limitarán a la capacidad creativa del diseñador gráfico que nos encargue el trabajo. En cuanto a técnica, la maquinaria actual y la tecnología que nos ofrece el sector de la rotulación es completamente eficaz para resolver cualquier tipo de problemática en cuanto a rotulación y publicidad exterior.
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