Hay ocasiones en que, para ahorrar costes, podemos recurrir a la impresión de vinilo para rotular un negocio. Esto es útil, por ejemplo, para empresas que están empezando, start-ups que abren su oficina al público, o para situaciones de emergencia en las que queremos causar una buena impresión a nuestros clientes o proveedores que vienen a visitarnos y queremos salirnos de lo standar.
Un ejemplo práctico de ahorro de costes lo podemos encontrar en la sustitución de un rótulo convencional por uno impreso e instalado sobre el escaparate de nuestro negocio. El coste que implica tener que fabricar un rótulo (sea con el material que sea) e instalarlo puede suponer hasta 5 veces más que el coste de un simple vinilo pegado en el cristal. Un buen vinilo, con una buena impresión, e incluso laminado siempre será más económico que todo un montaje rotulado. Es evidente que no tiene el mismo efecto, pero para un negocio que empieza y necesita economizar costes puede ser una solución muy sencilla y barata.
La impresión de vinilo es algo muy recurrente en el mundo de la rotulación que, a la larga, puede ayudarnos en varias situaciones: en campañas publicitarias estacionales, en promoción de ofertas o incluso a la hora de destacar servicios muy puntuales. El coste que representa dicha impresión es muy económico, y al ser vinilos de pequeñas dimensiones no necesitas que un aplicador profesional se persone a instalarlo; si eres un poco hábil y con unas indicaciones básicas por nuestra parte serás capaz de aplicarlos sin problema.
Otra de las aplicaciones (hecha la ley, hecha la trampa) es la utilización de estos vinilos a modo de rótulo en las ventanas de un entresuelo o primer piso. La mayoría de ayuntamientos, y sus departamentos de urbanismo, impiden instalar cualquier tipo de rótulo o corpóreo que sobresalga de la fachada, incluso pegado a la propia fachada. Para salvar este tipo de inconvenientes podemos pegar perfectamente un vinilo impreso con nuestro logotipo o con aquello que más nos convenga. Al estar pegado sobre la ventana de nuestra oficina no pueden actuar (a no ser que haya un artículo de la ley de urbanismo de la ciudad donde estés que lo prohíba implícitamente, claro).
En el caso que nos ocupa (el de la fotografía que acompañamos) se trata de un vinilo impreso en digital en alta definición de medidas 175 x 60 cms que fue impreso e instalado recientemente en Barcelona. En este caso por la parte trasera ya existía un vinilo glaseado que confiere intimidad al interior de la oficina. Aprovechando el nuevo vinilo (que se pegó por la parte de fuera) se disimuló el corte del anterior adhesivo tapándolo, lo cual confiere a todo el conjunto mayor seriedad y confianza. La nueva sede del local de nuestros clientes, al no disponer de soportes para rótulo (que normalmente son herencia del negocio anterior), y ante la urgencia y necesidad de satisfacer la exigencia corporativa de cara a clientes y proveedores, debía mostrar algún tipo de mensaje; de esta forma, con este vinilo impreso en digital (de momento) se puede salir del paso rápidamente mientras se fabrica el correspondiente rótulo sin desmerecer la nueva y "provisional" oficina. Ya sabemos que los cambios son estresantes, pero de esta forma parece que todo esté un poco más "bajo control" ¿verdad?
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