De lo que se trata en estos casos es de asesorar, no de ejecutar cualquier cosa, porque la frase de que "el cliente siempre tiene la razón" no es demasiado acertada, básicamente porque el cliente no es experto en instalaciones, publicidad exterior ni conoce los materiales que existen en el mercado para realizar uno u otro trabajo de la mejor forma posible.
Conocer los medios que tienes a tu alcance para hacer un trabajo de rotulación es básico si quieres acertar con el resultado final.
No se trata de hacer lo que el cliente quiere (que a veces son auténticas locuras) sino de que el resultado se parezca lo más posible o supere las expectativas del cliente.
Elegir el vinilo más apropiado estudiando cada caso particular
El asesoramiento en este caso es fundamental y por ello, antes de ejecutar un trabajo siempre formulamos algunas preguntas como por ejemplo, ¿la publicidad es temporal o permanente? ¿qué buscas con este tipo de publicidad? ¿quién es tu audiencia?
Todo ello junto a las diferentes normativas que existen en diferentes localidades y el soporte sobre el que hay que instalar (por ejemplo en el caso del cliente de la foto no se podía taladrar la fachada para poner una lona publicitaria o una valla publicitaria, como quería el cliente), nos da una idea sobre cómo debemos acometer dicho trabajo de rotulación.
Como hemos apuntado, conocer la superficie de actuación sobre la que vamos a rotular es esencial, no es lo mismo una rotulación de fachada de cristal que rotular sobre una superficie porosa como puede ser madera, pared o, como en este caso, un material parecido a la pizarra (aunque artificial).
La campaña publicitaria de esta escuela de preescolar era temporal, de hecho se trataba de anunciar la apertura del centro y poner en conocimiento de papás y mamás que la matrícula estaba abierta.
La normativa del Ayuntamiento de Sant Joan Despí, Barcelona, era muy estricta y no dejaban poner una valla publicitaria (que hubiera sido lo más lógico), una lona publicitaria quedaba descartada porque al ser de un tamaño tan grande las sujecciones eran muy difíciles de hacer (recordemos que la fachada no se podía taladrar), así que se optó por la instalación de un vinilo removible de alta calidad en impresión digital.
La urgencia del trabajo acabó por decantar la balanza hacia este tipo de instalación efímera.
Al final todo acabó siendo mucho más económico que cualquier otra solución que planteaba el cliente, rápido (impresión e instalación en apenas 5 días) y con un resultado espectacular como puedes ver en las fotos que se acompañan al artículo.
Además la respuesta fue inmediata por parte de la audiencia a la que dicha publicidad iba dirigida, ya que nadie de la población donde estaba el colegio sabía que a) eso era un centro preescolar y b) en el caso de saberlo, desconocían que estaba abierto.
La publicidad exterior tiene este efecto, ayuda a mostrar un mensaje alto y claro a la audiencia de su área de influencia, ya sea mediante un mensaje indicador o uno más directo orientado a venta de servicios o productos como en este caso particular.
Si quieres rotular un escaparate, una fachada o cualquier espacio de tu negocio déjate asesorar por un experto, seguramente acabarás gastando menos dinero y el resultado será incluso mejor.
En ANC Comunicación Publicitaria llevamos 30 años asesorando y trabajando para todo tipo de clientes, y la experiencia en este caso es un grado que también deberías valorar a la hora de contratar una empresa de rotulación.
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