La política de producto es sin lugar a dudas el elemento más importante del mix marketing, y para diseñar estrategias efectuvas es siempre necesario tomar una serie de decisiones coordinadas partiendo del concepto de producto desde una óptica de marketing. En este sentido un producto es lo que éste representa para el consumidor, economía, confort, prestigio, etc.
Cada día existen mayor número de productos en el mercado y cada uno tienes sus propias características endémicas, de tal manera que hay que establecer una serie de criterios que nos permitan clasificarlos, y en base a sus similitudes establecer diferentes categorías o tipos de productos.
Con esta profusión de productos en el mercado, la auténtica batalla a librar pasa por diferenciar e identificar nuestra oferta; y para ello podemos utilizar el mix de producto, que, con una adecuada combinación de sus componentes (calidad, marca, envase, gama, garantía y servicio) nos puede permitir conseguirlo.
Asimismo, hay que tener en cuenta el ciclo de vida que dicho producto describe en el tiempo, pudiendo distinguir las siguientes etapas:
- introducción
- crecimiento
- madurez
- declive
dependiendo de la etapa en que nos encontremos y en función de sus características será más adecuado intensificar las acciones sobre unos u otros elementos de marketing-mix.
En la gestión de productos es necesario también conocer los resultados económicos que ofrecen nuestros productos. Un modelo adecuado debe aportarnos información sobre cómo se encuentra nuestra cartera en el mercado; conociendo sobre qué productos nos conviene invertir porque tienen o pueden tener una contribución positiva y sobre cuáles plantear desinversiones y retirada del mercado, ya que su contribución está en fase plenamente decreciente.
Los productos no son eternos y más tarde o temprano tienden a desaparecer; una cuestión que plantea a la empresa a seguir desarrollando para lanzar nuevos productos.
El lanzamiento de nuevos productos es un factor esencial para la competitividad y crecimiento de las empresas, de ahí que este proceso necesite una serie de etapas o fases a desarrollar como son las siguientes:
- generación de ideas
- cribado, desarrollo y test del concepto
- diseño de la estrategia y análisis económico
- desarrollo del producto
- test del producto
- test del mercado
- comercialización
seguidas escrupulosamente, estas etapas pueden ayudarnos a garantizar el éxito de su puesta en marcha en un mercado cada vez más competitivo.
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