Era y sigue siendo común, utilizar letras de corte de vinilo para pegarlo encima de las pastillas de colores hechas en pintura, el conjunto (en su degradación) desmerece totalmente la publicidad y la cartelera es, además de obsoleta, contraproducente para el producto/empresa que se anuncia.
La dificultad a la hora de fijar vinilos sobre este tipo de superficies radica sobretodo en que la pintura suele saltar de la chapa (aunque se le aplique un raspado) y pegarse en el vinilo, con lo que su efecto adhesivo queda totalmente neutralizado.
Si nos encontramos con casos como este, lo que se suele utilizar para remediarlo es un vinilo llamado de "doble cara" con el que salvaremos la situación pegando a ambos lados (el de la chapa y el del nuevo vinilo inutilizado). El resultado es una valla publicitaria con un aspecto nuevo que invita a visitar (en este caso) la nueva promoción inmobiliaria situada en Cabrils (Barcelona). Este tipo de vallas publicitarias tienen dos funciones: función publicitaria (mostrar producto a la audiencia) y función indicativa (información sobre la situación del producto). Pese a la crisis económica que está azotando el sector inmobiliario resulta indispensable renovar la imagen de la publicidad de aquellos productos que necesitamos vender. Para una marca/empresa que no renueva su publicidad puede significar la "muerte" de dicho producto para la audiencia.
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